El final del verano

Queridas groupies: La temporada de servir menús a un precio extraordinario llega a su fin. Nos merecemos un descanso y, por tanto, nos lo vamos a tomar. Las Seychelles nos esperan y no queremos que nadie nos quite nuestro sitio en primera línea de playa. Aprovecharemos el verano para lucir nuestros cuerpos serranos, pues ambos hemos completado la Operación Bikini con éxito, por lo que podremos llevar nuestros mini tangas favoritos. Es tiempo de delfines hinchables, test de la Cosmopolitan y chiringuitos. Renovaremos ideas, sobre todo esa que se refiere a hacer cosas nuevas... al fin y al cabo, todos los sábados tenemos las mesas ocupadas. Si algo funciona, ¿para qué cambiar? Y vamos un poco más allá... si algo no funciona, ¿para qué cambiar? Preferimos dedicar nuestro tiempo a tostarnos bajo el sol del Índico. No nos echéis mucho de menos. Nosotros no lo haremos. Besotes.

El menú de mañana promete

Queridas groupies: Como cada semana, horas y horas de intenso trabajo dan como resultado el guión que cada sábado os presentamos. En este caso, casi acabamos con toda la Amazonia de la cantidad de papel que hemos usado para imprimir el mismo. No os lo podéis perder, este sábado no deberíais dejar de apoyar vuestras delicadas orejitas en el transistor, aunque el viernes haya sido duro y os hayáis despertado en la UVI. Tranquilas... you'll never walk alone. Nosotros estaremos con vosotras.

Sacudiéndonos la espesura

Queridas groupies: Después de unos días intentando superar el síndrome de Estocolmo porque, hay que reconocerlo, la gente que nos secuestró nos trató como príncipes, de hecho, estamos pensando pasar las vacaciones con ellos, hemos vuelto a vosotras. Intentando sacudirnos de encima, como si de dálmatas recién bañados nos tratáramos, esa espesura que, con tanta facilidad hace presa en nuestras torturadas cabecitas, hemos vuelto a los micrófonos. El resultado, como casi siempre, ha sido el habitual: tampoco nos hemos clasificado para Europa este año. Igual que a Humphrey le quedaba París, a nosotros nos queda la Intertoto. Sí, lo sabemos, ni es lo mismo ni tiene nada que ver con el programa pero, y estamos seguros de que lo entendéis, los colores son los colores. Y los nuestros, dado que somos gente con criterio, son rojiblancos. Como no podía ser de otra manera.

Ya somos libres

Queridas groupies: Muchas de vosotras habéis inundado de cartas nuestra redacción preguntando si estábamos bien y si, los dos imitadores que ayer perpetraron el programa ya nos habían liberado. Sí, ya somos libres de nuevo, podéis dejar de rezar a todos los santos. Tras muchas horas de intensa negociación y gracias a la participación de la ONU, la FIFA, Julián Muñoz y Giorgio Aresu, fuimos puestos en libertad. Gracias a todas por vuestro interés. Pd: sí, sí, no os preocupéis... ya está puesta la correspondiente denuncia contra nuestros usurpadores.

Unos que se van y otros que siguen

Como todas vosotras pudistéis comprobar, este pasado sábado fue un día especial, como casi todos, por otra parte, pero en este ocasión de verdad, porque, como se suele decir, "algo se muere en el alma cuando un amigo se va". Y, en este caso, no es un amigo, sino varios, con lo que el dolor es mayor. Nuestros compañeros y, sin embargo, amigos, es decir, nuestros teloneros, los chavales de "Qué verde era mi valle", deben volver a las madrigueras de las que proceden para pasar el verano a la sombra. Han sido muchos sábados dándonos paso mutuamente, compartiendo experiencias hasta que, finalmente, las autoridades judiciales han decidido denegarles el régimen abierto y deben volver a Meco, al módulo 3, para aquéllas que queráis hacerles una visita cosa que, sin duda, agradecerán, porque las pastillas de jabón que les dimos en la despedida se les agotarán enseguida... los chavales tienen mucho vicio, pero hay que quererles de igual manera. Como suele pasar, las cosas se ven venir de lejos y como estos muchachos, al igual que los del Equipo A, eran perseguidos porque, sin duda, algo habrían hecho, ahora deben volver a disfrutar de la camaradería en las duchas con sus compañeros de promoción. Echaremos de menos vuestros deslumbramientos y, por qué no decirlo, vuestras melodiosas voces. Chicos, aunque hayáis hecho algo, nosotros os seguimos queriendo. Os lo juramos por Esnúpi.